Como parte de esta iniciativa, dos escuelas de la provincia recibieron equipamiento y materiales, con el objetivo de mejorar sus talleres de apicultura y ampliar las oportunidades de aprendizaje vinculadas al oficio.
En Lamarque, los estudiantes de la Escuela 23 comenzaron a trabajar con colmenas y a producir su propia miel. Con ese fin, se incorporaron nuevos trajes, ahumadores, pinzas e incrustadores de cera, que facilitarán el trabajo en campo. La propuesta combina formación técnica, trabajo colectivo y además busca consolidar un proyecto cooperativo y fortalecer la producción local en una región donde la polinización es clave para la frutihorticultura.

Por su parte, en Chimpay, la ESRN 25, recibió material inerte apícola —alzas, cuadros, pisos y techos— que los alumnos utilizarán para construir colmenas completas como parte de su aprendizaje práctico. Esta entrega tiene un fin solidario, y las colmenas serán destinadas a una productora local que perdió la totalidad de su apiario tras un brote de Loque americana.
Este trabajo articulado entre las escuelas y el sector productivo demuestra la importancia del aprendizaje del oficio para la actividad apícola. Los estudiantes no solo adquieren experiencia y conocimientos prácticos, sino que también fortalecen el entramado local y contribuyen al desarrollo de la producción en la región.

A través de este programa, el Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo reafirma su compromiso con la formación de los futuros apicultores y el fortalecimiento de las economías regionales.