El trayecto formativo, que se dicta en el Centro de Formación Municipal, tiene una duración de dos meses y está destinado a 20 personas; aborda desde los principios básicos de la electricidad domiciliaria hasta la instalación y mantenimiento de porteros eléctricos, integrando prácticas en tableros, simulaciones y ejercicios vinculados a situaciones reales de edificios y consorcios.
La capacitación forma parte del trabajo que la Secretaría de Trabajo impulsa junto a la Unidad Rionegrina para el Desarrollo de Competencias Laborales, para reducir la brecha entre formación y mercado laboral, y promover oficios con salida inmediata en entornos urbanos.
Con la entrega de materiales, los participantes cuentan ahora con todo lo necesario para avanzar en las etapas prácticas del curso, una herramienta clave para fortalecer su autonomía laboral y prepararse para desempeñar tareas en instalaciones eléctricas básicas, diagnóstico de fallas y sistemas de comunicación edilicia.
Esta formación certificada es importante para reducir la informalidad laboral en el sector de la construcción y servicios de edificios. Al proveer habilidades en electricidad básica y normas de seguridad e higiene, la Secretaría no solo busca generar más empleo, sino también proteger a los trabajadores y a los consorcios de los riesgos asociados a las instalaciones realizadas por personal sin calificación.